Durante un partido de fútbol con sus amigos, dos niños roban la pelota nueva de Ángel. Aprovechando que su amiga Charo sabe donde vive uno de los ladrones, Ángel y su padre se disponen a recuperar el balón y exigir explicaciones, seguros de sus razones y dispuestos a defender lo que es suyo. Pero las cosas se complican para el padre de Ángel cuando descubre que el dueño de la casa es el principal cliente de su modesto negocio.