La creciente importancia del deporte en las sociedades contemporáneas ha llevado en las últimas décadas a que cada vez más disciplinas se interesen por el estudio de este fenómeno en sus diferentes facetas: política, económica, pedagógica, social, cultural, histórica, psicológica, mediática. Dicha centralidad del deporte en nuestras sociedades impide pensarlo únicamente desde la dimensión física y competitiva: debe ser entendido también a partir de su vinculación con fenómenos sociales mucho más amplios, como los géneros, las clases sociales, las violencias y las discriminaciones, las desigualdades, los derechos, los lazos comunitarios, las nuevas tecnologías y muchos otros. Así, a diferencia de tiempo atrás, cuando el estudio y análisis del deporte estaban circunscriptos a los y las protagonistas y a los saberes del propio campo deportivo (tradicionalmente asociados a la salud, al rendimiento y a la performance), hoy la producción de conocimiento en relación al deporte es más heterogénea y multidisciplinaria.