Con el apoyo de las grandes firmas capitalistas, grupos mediáticos y aparatos de Estado, el fútbol ha colonizado al mundo imponiéndose como el producto estrella de la sociedad del espectáculo. La FIFA, convertida en multinacional empresarial y opaca, comprometida con regímenes autoritarios, difunde constantemente su cínica ideología de guerra con abrazos. En la jungla de la ventana de transferencia permanente, los futbolistas mercenarios se cotizan a precios récord que alimentan el parasitismo económico. Esta evolución del fútbol exacerba los problemas financieros y de identidad, generando violencia múltiple por parte de jugadores, aficionados, entrenadores y directivos. El Mundial de Qatar regido por la sharia, después del organizado en Rusia por el autócrata Putin, ilustra que el fútbol extiende su dominio desafiando los principios democráticos, libertades fundamentales y derechos humanos. El análisis crítico devela su sistema mafioso y funciones políticas de adicción a los partidos, diversión social y aclamación del orden establecido.
Palabras clave: fútbol, espectáculo, violencia, ideología, política, mafia