El cambio de los roles femeninos, de la mujer ama de casa y de la mujer de familia a mujer deportista, ha venido presentándosebdesde hace algunos años, con el inicio de la participación a nivel nacional e internacional de los movimientos feministas. Por siglos, el deporte fue vedado a la mujer, por lo que se acepta que su incorporación fue tardía. Lo importante es que logró ingresar en un espacio que por mucho tiempo fue exclusivo para los hombres, y que poco a poco su participación debe mostrarse más, con ayuda de las instituciones educativas, la familia y, sobre todo, los medios de comunicación. A pesar de que la participación de la mujer en el deporte es un hecho, los resultados muestran una invisibilización en el escenario público. Son muy pocas las noticias e imágenes de mujeres deportistas, directivas y entrenadoras; la mayor parte del espacio en las secciones deportivas estudiadas se dedica a los hombres, lo que refleja no solo invisibilización, sino opresión, exclusión y discriminación, como resultado de un sistema patriarcal.