La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) propone diferentes privilegios en una lógica que termina por establecer categorías de hinchas en relación a su poder adquisitivo. Los hinchas como clientes, la cancha como espacio privado. Ante la colapsada demanda de entradas para ir a la cancha a ver los partidos de los campeones del mundo con Messi liderando al equipo, la asociación propuso un nuevo sistema llamado AFA ID.
Repasemos en primer lugar la propuesta de AFA ID. Es un mecanismo para organizar la venta de entradas y otros beneficios, en el que se compra un paquete que da acceso a ciertos accesos privilegiados. Se establecen tres categorías con sus respectivos costos, y los beneficios de ingresar en cada una.
La categoría Bronce cuesta $24.000 y se renueva cada año. Esto ofrece una prioridad para comprar de entradas. Es decir, no garantiza el acceso, sino una prioridad en la lista para la compra. Además del costo del AFA ID Bronce, se deben costear en cada caso las entradas del partido. Para el primer partido de las Eliminatorias Sudamericanas que enfrentó a Argentina con Ecuador una entrada general, más conocida como popular, costó $19.000, y las plateas entre $37.000 y $87.000 según la ubicación.
La segunda categoría es la de Plata. El costo es de $1.900.000, y se abona en un solo pago. Incluye el ingreso garantizado a una platea preferencial para los partidos de las Eliminatorias Sudamericanas a jugarse en Argentina, que son nueve. Además, ofrece una prioridad para la compra de entradas para la Copa América 2024 a jugarse en Estados Unidos y para la Copa del Mundo 2026 en Estados Unidos, México y Canadá, sin garantizar las entradas.
La categoría top es la Oro. El costo es de $4.900.000. A cambio de esta pequeña fortuna se accede a una platea preferencial para los nueve partidos de la Eliminatorias Sudamericanas en el país y una garantía de cupo para comprar entradas de las próximas Copa América y Copa del Mundo.
Lo que la AFA presentó como una especie de asociación a la entidad y a la selección, en realidad no es más que un sistema de clientes VIP. En principio, existen tres grandes diferencias del sistema de asociación en los clubes con respecto al AFA ID.
En primer lugar, los costos. Ser socio de un club en Argentina implica un esfuerzo económico mensual y constante. En febrero de 2023 el promedio de la cuota de un socio activo adulto en los cinco clubes más grandes del país era de $3900, y en general ofrecen el ingreso gratuito a la tribuna popular. Pagar $24.000 más cada entrada de los partidos es un salto económico significativo. Abonar $1.900.000 o $4.900.000 en un solo pago ya directamente es imposible para la mayoría de la población argentina. Los precios privativos hacen que sólo una élite pueda acceder.
En segundo lugar, la participación democrática. La característica central de los socios de los clubes es que el club les pertenece, y pueden tomar partido de las instancias democráticas como asambleas y elecciones.
El tercer punto, vinculado íntimamente con el anterior, es simbólico. Como señala el periodista Alejandro Wall “ser socio de un club de fútbol no implica sólo entrar a la cancha. Hay actividades deportivas, culturales y sociales, instalaciones para uso común y derechos políticos. Es, además, una forma de pertenencia: una identidad“. , son asociaciones civiles mucho más amplias, que incluyen múltiples disciplinas, actividades y, sobre todo, una identificación identitaria. Ser socio, es formar parte, es ser parte del club. Con el AFA ID no se accede a ser parte de la AFA, de sus decisiones, de sus actividades, recorrer sus instalaciones, apropiárselas a partir la práctica de múltiples deportes y disciplinas, no se integra como parte de la institución. El AFA ID no puede ser vivido como el carnet de socio de un club sino como una tarjeta de beneficios. Sus usuarios son consumidores de un producto, sin derechos más que los comerciales.
Ser hincha de fútbol en la Argentina, alentar a la selección, es parte de la cultura popular y masiva. Los festejos por la obtención de la Copa del Mundo de diciembre sólo reafirman que la selección moviliza multitudes y pasiones. Los cálculos señalan la participación de más de 6 millones de personas en la recepción de los jugadores. En ese marco, y en un contexto de incremento constante de los costos de las entradas, ya resultaba difícil asistir a los partidos. Pero el mecanismo del AFA ID no hace otra cosa que consolidar y exacerbar la elitización del estadio.
Esto obviamente reduce la capacidad para la venta de entradas al público general. Y alejaba la perspectiva de un espacio inclusivo para con los y las hinchas. Esta dinámica se viene expandiendo con poco o nulo control.
Lógicamente, la venta de entradas es un mecanismo de recaudación de la AFA. Pero la entidad logra contratos millonarios de sponsoreo o por contrataciones para el desarrollo de partidos amistosos en todo el mundo, el costo no lo pagan directamente los hinchas argentinos. Pero si la venta de entradas sólo es comprendida como una herramienta más de recaudación a costa de la elitización y la expulsión definitiva de la gran mayoría de la población de los partidos de la selección, se rompe cualquier idea de inclusión. Es necesario pensar en sistemas que permitan una rotación y un porcentaje de entradas para la mayoría de los y las hinchas que soñamos con ver a Messi (y no solo en Capital Federal, sino a lo largo y ancho del país). Para que no sea un sueño imposible, y que alentar a la selección no sea un privilegio de élite, sino una fiesta popular.
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